El motivo principal de contratación de un seguro de salud son las coberturas del producto y el cuadro médico. Sin embargo, existe un amplio abanico de aspectos a tener en cuenta que nos permitirán saber qué póliza se adapta mejor a nuestras necesidades, lo cual nos permitirá ajustar no solo las prestaciones sino también el precio.

Tipo de pago según nuestras necesidades médicas

La primera elección que deberemos afrontar es decidir qué tipo de pago o cuota es la que mejor se adapta a nuestras necesidades médicas. Más allá de que el importe de la cuota mensual (prima) pueda ser distinto según el sexo, la edad o el lugar de residencia, lo importante a tener en cuenta es la frecuencia de uso que consideramos vamos a necesitar.

En este sentido, si solemos ir a menudo al médico, entonces nos interesa la modalidad de pago de cuadro médico sin copagos que incluya todos los servicios médicos (consulta, prueba diagnóstica, etc,…) que podamos necesitar.

Si, por el contrario, no solemos pasarnos mucho por la consulta, entonces nos interesa un seguro con copagos o baremado con una cuota más económica aunque abonando un importe reducido en cada situación.  También existen los seguros de reembolso con acceso a todos los servicios médicos e incluso a hospitalizaciones.

Finalmente, existen los seguros mixtos, que mezclan la modalidad del cuadro médico comentada más arriba y que permiten, además, optar a otros servicios o centros gracias a la opción del reembolso.

Al margen de estas modalidades encontramos los seguros dentales. En las tipologías citadas anteriormente es posible que ya se incluyan coberturas dentales, pero éstas serán básicas. Si queremos tener cobertura en servicios dentales avanzados más concretos (cirugías, prótesis,…) entonces deberemos contratar un seguro dental independiente.

Preexistencias y carencias del seguro de salud

Para aquellos que desconozcáis estos términos, se llama preexistencia a la enfermedad o disminución física que se padece previa contratación de un seguro médico. La carencia, en cambio, es el tiempo necesario que uno debe esperar entre el momento en que contrata un seguro y el que se puede beneficiar de algunas de sus prestaciones.

En cuanto a las preexistencias, es posible que un seguro no quiera cubrir los gastos de una enfermedad o disminución que el asegurado ya presenta en el momento de la contratación.

Sobre las carencias, aunque todas las compañías de seguros suelen tener periodos de carencias similares, es importante compararlas por si hubiera diferencias significativas entre ellas. En este sentido, las más habituales son de 24 meses para reproducción asistida; entre 8 y 10 meses para embarazos y partos; 6 meses para hospitalizaciones; y entre 3 y 6 meses para diagnósticos complejos.

Coberturas y exclusiones

Sin duda la parte más importante del seguro. En este momento se trata de que sepas identificar cuáles van a ser tus necesidades de la larga lista de prestaciones que un seguro de salud puede ofrecerte: pediatría, oftalmología, odontología, asistencia primaria, etc,… Tu vida puede cambiar, así que en el momento de renovar el seguro puedes reevaluar tus necesidades para ver si se adaptan a tus coberturas.

Tal y como hemos comentado antes, en el momento de contratar un seguro debes declarar enfermedades o disminuciones físicas que puedas tener, ante lo cual un seguro puede rechazarte, si bien lo habitual es que acepten tanto disminuciones como enfermedades conocidas. Lo que probablemente rechazarán los seguros son aquellas coberturas más costosas como los daños por guerra, terrorismo, epidemias, adicciones, cirugías estéticas,..

Innovación o facilidad de gestión

Aunque aparentemente sea un factor poco importante, cada vez más valoramos nuestro tiempo, así que uno de los aspectos a tener en cuenta es la facilidad de la compañía aseguradora para realizar gestiones, tales como la solicitud de autorizaciones.

Si bien habrá gestiones que deberemos hacer necesariamente por escrito, como por ejemplo darse de baja, muchas compañías pueden ofrecernos la posibilidad de realizar otras gestiones vía telefónica o por internet, evitando colas y traslados que nos hagan perder el tiempo.

Comparación de seguros de salud y letra pequeña

Llegados a este punto es muy recomendable no solo comparar precios entre pólizas de distintas aseguradoras sino también repasar las condiciones de contratación, porque si existen diferencias de precio, es que las condiciones de cobertura NO son iguales y para evitarnos sorpresas. Desde Alertis Sant Cugat podemos ayudarte en todo este proceso y, en especial, en este último punto que puede ser el más complicado y traerte problemas. ¿Hablamos?.