Los tiempos cambian y, con ellos, cambian los riesgos a los que las empresas deben enfrentarse.

Hace relativamente pocos años aparecieron los ciberataques. Inicialmente se trataba de hackers que intentaban entrar en los sistemas burlando las medidas informáticas de seguridad. Sin embargo, hoy en día las vías de entrada se han multiplicado y los ciberladrones han sofisticado algunos de sus métodos con tácticas como el phising, que les permite atacar la empresa desde dentro.

Además, todos los indicadores apuntan a que este tipo de delito seguirá en auge, por lo que una empresa debe estar preparada, ya que de lo contrario las consecuencias pueden ser funestas para el negocio.

¿Qué tipo de ciberataques existen?

Hoy en día los ciberataques más habituales se pueden clasificar en cinco categorías:

  • Spyware: Consiste en atacar un ordenador y extraer información de interés que pueda contener de forma que su propietario ni siquiera se da cuenta. Posteriormente, el hacker se lucra de la venta de dicha información.
  • Phising: Este ciberataque se produce a través de un correo electrónico que uno de los incautos empleados abre, infectando su ordenador y permitiendo el robo de información. La propagación es muy rápida. 
  • Adware: Se trata de supuestos anuncios publicitarios que lo que realmente hacen es robar datos de usuarios, pudiendo también afectar a empresas.
  • Ransomware: Este tipo de ataque se ha hecho muy popular en los últimos años. Su objetivo es bloquear completamente una empresa para, posteriormente, solicitar un rescate que permita el desbloqueo. Su evolución ha sido tal que incluso se ha adaptado a dispositivos móviles.
  • Gusanos: Se trata de virus que se van multiplicando y saltando de un ordenador a otro.

¿A qué riesgos se enfrenta una empresa que sufre un ciberataque?

Una empresa que ha sufrido un ciberataque puede enfrantarse a las siguientes problemáticas:

  • Paralización o cese del negocio. El ciberataque puede bloquear los sistemas informáticos, provocando que los trabajadores de la empresa no puedan realizar sus tareas.
  • Pérdidas de clientes. Como consecuencia de la primera problemática, pueden producirse situaciones que conlleven a una pérdida de clientes.
  • Pérdida de reputación. En caso de salir a la luz el ciberataque, la empresa puede perder parte de su reputación pudiendo ser considerada como no fiable.
  • Consecuencias legales. Las consecuencias de la paralización pueden también tener consecuencias a nivel legal ya que, por ejemplo, se podrían incumplir plazos.
  • Indemnizaciones. La difusión de información confidencial extraída en el ciberataque podría obligar a la empresa a tener que indemnizar a clientes y/o colaboradores.

¿Cómo podemos proteger nuestra empresa ante un ciberataque?

Métodos activos para proteger la empresa ante un ciberataque

Los métodos activos consisten no solo en tener una buena infraestructura informática, cuya seguridad ante ataques sea lo más robusta posible, sino también en difundir en la cultura de empresa la necesidad que los trabajadores sean conscientes y responsables ante la posibilidad de ser utilizados para acceder a información confidencial.

Métodos pasivos para proteger la empresa ante un ciberataque

En caso de que se produzca un ciberataque con éxito, la contratación de un ciberseguro es la mejor cobertura posible, ya que actúa 24×365 y cubre todo tipo de pérdidas económicas: ciberdelito (robo del dinero de la empresa), chantaje económico, paralización de la empresa, suplantación de identidad, sueldos de trabajadores, sueldos de especialistas informáticos,…

¿Tu empresa está preparada? Contáctanos y te asesoraremos.